viernes, febrero 08, 2008

Carnavales

Los valores morales se construyen en la más tierna edad, la Madre es la delineante y el Padre el capataz, los materiales, el amor y el respeto. Antonio Criado Barbero

Toda España está viviendo los carnavales, cada pueblo con su idiosincrasia y costumbres, donde cada cual los vive lo mejor posible destacando por su emotividad y arraigo, los de la tacita de plata(Cádiz), los de Tenerife por su esplendor y por como lo viven el pueblo que se tira a la calle en una semana de desenfreno. Pero no quería yo hablar de los carnavales para hacer una crónica carnavalesca al uso, que bien se lo merece por cierto, lo que yo intento es hablar de carnavales sin carnaval, chirigotas sin caretas ni pitos de soplar claro.

Quería referirme a la que tienen armada los obispos y cardenales en esa cruzada en la que se han metido ellos solitos y que de nuevo parece orquestada y dirigida en señalarnos la España más oscura y tenebrosa. Hablo desde mi respeto total y reconocido a las familias y personas cristianas, que por cierto están notando con preocupación que este presionar de los arzobispos para nada tiene que ver con la religión cristiana y sí con el espacio de poder y privilegio que estos señores de sotana temen perder.

Como digo, no entiendo que estos señores pretendan decirnos como tenemos que vivir, nos quieran orientar el voto y además ser dueños absolutos de la moral y valores humanos. Yo admiro y respeto a esos que sienten y se preocupan de los males del mundo: hambre, sufrimiento, dolor, guerras, falta de alimentos, por esos millones de niños que mueren de hambre por falta de agua y material sanitario imprescindible. Vaya para ellos mi reconocimiento por su gran labor a favor de los desamparados excluidos de este Mundo de lujo superficial.

Es encomiable el trabajo a pecho descubierto de personas como Evaristo Villar, a los teólogos de la Liberación y de las redes cristianas, gran labor la suya en esos poblados chabolistas marginales de Madrid y demás capitales del Mundo comprometidos en acercar la educación, llamando la atención sobre las condiciones extremas de desarraigo y exclusión que viven miles de jóvenes en ese lado oscuro de nuestras ciudades donde no llega lo más elemental..

Pienso sinceramente que en esta sociedad han comenzado a saber respetarse los unos a los otros y cada día somos más tolerantes a la integración de todas y cada una de las formas de pensamiento y religiones. Lo que no hace ninguna falta, son esas actitudes intolerantes de personas que se sienten dueñas de la fábrica de expender valores y se atreven a señalar a personas separadas o madres solteras, o personas que viven en parejas de hecho como personas no aptas para vivir en "su sociedad". ¿Que sabrán ellos?

La sociedad Española es ya adulta y sabe muy bien lo que les conviene y la forma de vida que le interesa, por tanto yo recomendaría a estos señores Rouco, Camino y demás Obispos y Cardenales, que se preocupasen más de denunciar las pandemias, las hambrunas en África, el robo sistemático a los pueblos indígenas y las practicas esclavistas y de rapiña de una parte minoritaria del planeta contra la otra mayoritaria

Que exijan a las industrias farmacéuticas, donde por cierto la Iglesia tiene paquetes importantes de acciones (dinero), que dejen a estos países pobres desarrollar libremente medicamentos genéricos para combatir esas plagas de enfermedades que le hemos transmitido desde nuestro, llamado grotescamente, primer Mundo.

La sociedad Española no quiere mirar para detrás ni para coger impulso y creo sinceramente, que poco le interesa a los verdaderos cristianos esta chirigotada carnavalesca de sus señorías los Cardenales, que juegan más a políticos y al ser amigos y estar cerca del poder que a llevar la fe cristiana a los desamparados y excluidos del Mundo..

Si tratas a los demás como te gustaría ser tratado, pocos valores más serían necesa

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