viernes, diciembre 07, 2007

EL MUNDO QUE NOS TOCÓ VIVIR

La globalización es la herramienta que utiliza el capital para que en pleno siglo XXI, la libertad del ser humano se reconduzca a ser esclavos sin cadenas. Antonio Criado

Se abolieron las fronteras para el dinero, se deslocalizaron empresas históricas, se congeló a perpetuidad el poder adquisitivo del 80% de los trabajadores, se arruinó de forma premeditada, al comercio de cercanía y las pequeñas empresas, se le dice a la clase obrera que son la nueva clase media. Y esto se aliña con un escaparate de necesidades superfluas donde el concepto de lo mío se abona al limite y el toque mágico final es: consume y gasta sin importarte que estas sean las cadenas invisibles que te esclavizan a tí y a tu familia los próximos cincuenta años.

En este teatro de la vida cada cual tiene un papel que interpretar y de verdad que una parte, el neoliberalismo (el sistema que gobierna en el Mundo) lo practica al pie del guión, para ello hoy en España se nos guía hacia una mesa de juego donde se nos vende una y otra vez que solo tenemos dos opciones políticas. Una que está representada por el PSOE con vocación de representar a la izquierda sociológica Española y la otra representada por el PP el cual recoge desde los que añoran el franquismo hasta los que adoran solo al becerro de oro (don dinero).

Este es sencillamente el bipartidismo que hoy se intenta consolidar en España, pero este sistema tiene el inconveniente de que poco a poco se va debilitando el respaldo de la sociedad al sistema y cada día el porcentaje de votante será menor. Que lejos queda aquello de espíritu del cambio que recorría España de los años setenta, ¿donde quedaron aquellas bellas palabras donde se decía que el poder residía en el pueblo y que todos somos iguales ante la ley?

Yo ya lo dije en otras ocasiones, soy político, me gusta la política y no se me ocurrirá el tirar mierda al ventilador, yo sigo creyendo en el poder de la palabra y en la grandeza de lo político y es por eso que mientras que tenga uso de razón aquí seguiré combatiendo este intento de profesionalizar la política y alejarla de la calle. Grave error del PSOE, ya que es aquí donde reside su mayor activo, dejar la calle, lo social es renegar de sus señas de identidad, es negar aquello de los cien años de honradez.

Decía el viejo profesor alemán: “viejo Weber, viejo Weber, que estás haciendo mal para que tus “enemigos te aplaudan y feliciten”. Yo traslado estas reflexiones a la cúpula del PSOE para que se pregunten ¿cómo es que hoy para esa clase a la que sólo le importa las cuentas de resultados , las cuentas de muchos ceros ,el PSOE es el referente y su modelo económico el perfecto, para cada día ser más ricos y poderosos.

Y lo manifiesto desde mi condición de socialista al que le duele ese alejamiento cada día más real de lo que fue aquella humana ideología, de unos hombres honrados que desde el poder de la palabra quisieron cambiar el mundo dando al ser humano el papel estelar en un sistema: el democrático donde un hombre un voto era el valor más fundamental y universal.

¿Es aún posible el reconducir el ideal socialista?¿ O será esta una batalla perdida de antemano?¿ Se seguirá poniendo en valor dentro de la cúpula de poder del PSOE en el todo vale para ser esa opción del partido gemelo al PP, en el bipartidismo imperante que se alterna en el poder?

Si el PSOE fue capaz de recoger más de 10 millones de votos alimentando la ilusión de un reparto más justo y equitativo, en una sociedad donde la creatividad se ponía en valor, ¿por qué se le dió la espalda al sentir de aquellos que confiaron en la construcción de una sociedad de iguales?

Es una realidad que a los ciudadanos hoy solo les preocupa su problema, pero no es menos cierto que el problema global pasa por claves de recobrar la confianza en los políticos y eso se consigue sólo con la coherencia de decir: lo que realmente se puede hacer hoy en un mundo donde el mercado ha ocupado el papel de los gobiernos. Es un tanto problemático, verdad verdadera..
Como verdaderas son estas palabras de don Antonio Machado. “La voz de Pablo Iglesias tenía para mí el timbre inconfundible de la verdad humana. Era yo un niño de trece años; Pablo Iglesias un hombre en la plenitud de su vida, Lo cierto es que las palabras de Iglesias tenían para mí una autoridad que el orador había conquistado con el fuego que en ellas ponía y que implicaban una revelación muy profunda para el alma de un niño. De todo el discurso, en el que sonaba muchas veces el nombre de Marx.

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